La fe la tenemos que alimentar, las madres a los hijos como refuerzo de lo que Dios ya puso en sus almas cuando fueron bautizados. Porque la fe, Dios se la infunde a los niños a través de ese sacramento y permite que al estar ya impregnada de Dios esa alma, ésta busque la luz y se encamine a la santidad.
Decimos que la fe es creer en las cosas que no se ven. Normalmente, comenzamos por creer en alguien. Seamos portadores de fe en la familia. Dando testimonio con nuestro ejemplo...
2 comentarios:
Hola por acá: vengo de Tras las Murallas.. y paso a saludarte. Yosoy una devota lectora de los santos carmelitanos, sobre todo las dos Teresas y S. Benedicta.Adoro la poesia de S.Juan de la Cruz, así que te pongo en mis blogs.
Que Dios te bendiga y te ilumine en tu andar por este mundo.
Hola Marisela me da mucho gusto saludarte. Que alegría que hayas entrado a saludarme. Recibe mi abrazo fervoroso. Teresita, Edith, Faustina y Teresa también son mis lecturas preferidas cuando busco un poco de paz y recogimiento espiritual. También a Juan de la Cruz lo tengo entre mis amigos carmelitas. Mi esposo y mis hijos son mis tesoros espirituales a Dios y a la Virgen se los encomiendo.
Que Dios y la Virgen te bendigan con toda clase de bendiciones...
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