Esfuérzate por penetrar en la sala de los tesoros de tu interior y te encontrarás en los salones del cielo. Aquélla y éstos son una misma cosa. Una sola entrada permite ver la una y los otros. La escala del cielo está oculta en el interior de tu alma. Salta desde el pecado para bucear en lo más profundo de tu alma y encontrarás una escalera para ascender. El camino hacia Dios es aquí bajada a la propia realidad. El salto para bucear en las profundidades se da desde el trampolín del pecado. Es él precisamente el que me puede lanzar al abandono de los ideales del espíritu forjados por mí mismo y lanzarme a las profundidades del alma. Allí están juntos mi corazón y Dios. Allí está también la escalera para ascender a él.
Tu caída, dice el profeta, (Jer 2, 19) se convertirá en tu educador.
Nuestras faltas y fracasos están siempre llenos de sentido.
Tomado de Una espiritualidad desde abajo de Anselm Grün
2 comentarios:
Hola Carmen que bello esta el blog.
Todo el amor y la paz para todos.
adri
Gracias Adri, Dios te pague hermanita, todas tus oraciones y tu amistad incondicional. Abrazos y bendiciones para ti y todos tus seres queridos. Paz amor y bien,
CarmenZ
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